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viernes, 31 de octubre de 2014

“María, Fuente de la Salud

    María, Fuente siempre de la Salud, Roca firme a la que agarrarnos cuando el destino se vuelve en nuestra contra, Refugio ante la adversidad, Flor en las tardes otoñales, Amparo de nuestras almas, Consoladora de los que sufren, MADRE NUESTRA.

     Tú, que tanto haces por nosotros, por mediación de tu Divino Hijo, ayuda a aquellos que hoy pasan por la penuria de la enfermedad y que luchan con Fe para seguir adelante su camino de la VIDA. Tú eres su Esperanza y su Vida. Ruega por ellos y derrama SALUD sobre sus corazones.



Oración


¡Oh amabilísima Virgen de Roca-Amador
Madre de Dios y Madre nuestra! 
Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, 
acudimos en las horas amargas de la enfermedad a tu maternal corazón, 
para pedirte que derrames a manos llenas 
el tesoro de tu misericordia sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches: 
pero acuérdate de que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Ti 
haya sido abandonado. 
¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! 
Ya que Dios obra por tu mano curaciones innumerables 
sanando tantas víctimas del dolor, 
guarda también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo.
Alcánzale de tu Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, 
si ha de ser para mayor gloria de Dios. 
Pero mucho más, alcánzanos a todos el perdón de nuestros pecados, 
paciencia y resignación en los sufrimientos 
y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios, 
prisionero por nosotros en los Sagrarios. 
Amén.