“Solemne Novenario 2013”
Durante nueve días, desde el 30 de Agosto
al 7 de Septiembre y con el rezo del Santo Rosario, a las 21:00
horas daba comienzo la Eucaristía en honor a nuestra Bendita Madre
de Roca-Amador. Como viene siendo habitual, cada día, por una intención
diferente y particular y este año, oficiada por el cura-párroco de Encinasola y Director
Espiritual de la Hermandad, D. Gregorio Koza.
Se
iniciaba con la que se ofrecía por quienes un día tuvieron que partir de
Encinasola hacia otros lugares, para asentarse fuera de su querido pueblo pero
al que retornan cada vez que tienen oportunidad. A su vez, tuvo lugar la renovación de las promesas Bautismales.
Llegado el
Sábado, sería la dedicada a los niños y niñas la que entre
susurros, alguna que otra carrera por el templo, pequeñas risas
infantiles y por qué no, algún que otro lloro, provocaría en quienes nos
habíamos reunido en torno a la Mesa del Señor, toda esa ternura y emoción
que solo los más pequeños pueden conseguir. Al finalizar la Eucaristía, tuvo
lugar el acto de imposición de medallas a los nuevos hermanos y hermanas y el
paso de también de los más infantes por el manto de la Virgen.
Les seguía el dedicado especialmente por la familia y en donde varias, a
través de las diferentes lecturas y un emotivo ofertorio, representaban a
tantas otras de fuera y dentro de nuestro pueblo.
El Lunes, serían
cuantos matrimonios reunidos allí renovarían ante el Altar sus promesas
matrimoniales, por estar este día dedicado especialmente a ellos.
El Martes, Miércoles y Jueves sería el turno de los cinco
sectores en los que está dividido, desde la Parroquia, nuestro pueblo. Cada día
gente diferente, pero siempre queriendo poner de manifiesto el intenso
amor hacia la Madre de Dios y a su Bendito Hijo.
Sería ya el Viernes, cuando las personas jóvenes de la parroquia
ofrecerían a Dios Padre ese corazón joven, loco muchas veces pero seguro
que cargado de las mejores intenciones.
En
el preludio a la Festividad, este último día de novena estuvo dedicado
especialmente a las personas mayores, quienes con toda la experiencia que le
han dado sus años, pusieron de manifiesto que el amor es incondicional y que
este, en sus muy diversas manifestaciones, no pasa nunca. Aprendamos de ellos y
ellas.
Un año más, gran número de devotos y devotas para rendir culto a la
Madre de Dios y celebrar alrededor de Tu
Mesa la Eucaristía.